jueves, 16 de junio de 2011

¿Por Dónde Iba?

Especial dedicación a mi amigo Jesús Fernando Ray Ramírez Pinzón que me ha dado esta fabulosa idea.


Siéntate, esto va a ser Legen...espera...Dario!

Hola niños, hoy el tito Milton os trae algo que quizá os guste o quizá no, la verdad es que al tito Milton le da igual si os gusta o no, simplemente se servirá una copa del mueble bar de papá y os contará un historia.

Bien, empezaré donde lo dejé:
¿Recordáis que dije que Tallahassee acabó viviendo en el glorioso estado de Hawaii?, pues era totalmente cierto, pero antes de conseguir la gloria como jefazo hawaiano de Zombieland (nótese que el hecho de que mi personaje se llame igual que el maestro de las tortas de Bienvenidos a Zombieland es una absoluta y feliz coincidencia) nuestro pringao héroe tuvo que pasar por otros cuántos países y lugares inhóspitos, y preguntaréis ¿pero tito Milton, es que hay un lugar peor que Canadá?, y yo os diré: Si, sí que lo hay, es una tierra muerta, gris, neutra, llena gente extraña que no os hará daño solo por mantener su neutralidad, pero deseará hacéroslo.
Si niños, os hablo de... Suiza! (música tétrica)
Si niños, cómo lo habéis leído, Suiza, supongo que los mas inocentones pensaréis ¿qué hay de malo en Suiza?, yo os lo diré: Son unos putos neutrales asquerosos, no se mojan por nadie, maldita sea, no han luchado por nadie en ninguna maldita guerra, vosotros pensad lo que queráis, pero si yo no puedo confiar en alguien que no da la cara por ninguna de sus ideas, aún menos en un país que no da la cara por nada.
Miradme, soy Suiza, y soy neutra, siempre neutra...
Y encima son hipócritas, van de superneutros y luego van y construyen una pequeña maquinita de hacer agujeros negros que probablemente acabe con la humanidad.

Bueno y después de esta pequeña puesta en escena os contaré que pasó con Tallahassee.
Cuando volvió a Cagadá Tallahassee se encontró con una brutal investigación policial de la cual salió impune por el hecho de ser menor y por que consiguió inculpar a su vecina, la viuda y cascarrabias, la señora Barragán (cualquier parecido de este apellido con el de alguna persona real es pura coincidencia), Tallahassee no recibió ningún tipo de condena, la señora Barragán  en cambio lleva quince años en la cárcel, y los que le quedan...
A pesar de no recibir condena y ser un hombre libre, canadiense, si, pero libre al fin y al cabo, nuestro amigo siguió bajo vigilancia policialmontada, pero gracias al cielo le tocó un viaje a Europa en una caja de Megalazos, el problema era que el viaje era a Zürich, para conocer el acelerador que estaba en Ginebra, pero en ese momento Tallahassee no sabía ni qué diablos era un acelerador de partículas ni dónde diablos estaba Zürich, solo quería escapar de esos malditos policías de rojo con sus malditos caballos.

En fin, que Tallahassee llegó a Europa, a las preciosas costas suizas, pero en cuánto vio que la gente caminaba por la vida con cara de nada (como Ángel Martin o Bill Murray) y que los turistas cogían lo que les daba la gana y los guardias no hacían nada, algo le empezó a oler raro, pero fue aún peor cuñando un tipo enorme le robó la maleta y fue a la comisaría y le dijeron que lo mejor era no crear conflictos y vivir todos en armonía y libertad (todo esto con cara de nada, por supuesto), bien pues después de perder el equipaje decidió que ya no había nada que hacer y que tenía hambre así que fue a un restaurante y pidió un plato de "raclete" (plato típico suizo) y en cuánto lo probó se dio cuenta de que el plato no tenía ni sal, ni azúcar, que no sabía a nada, pidió unas patatas fritas, y la sal, brillaba por su ausencia, todo era totalmente insípido, preguntó al camarero y este le dijo que en suiza todo era absolutamente neutro y incluso las galletitas saladas carecían de sal, ¿Galletitas saladas sin sal?, eso fue el colmo, tenía que salir de ese maldito país.
Comenzó por intentar coger un vuelo a Berlín, o a París, pero eran demasiado caros y había perdido la mayoría del dinero junto con el equipaje, solo tenía para comer un par de días y poco más, así que dado que no podía tomar ningún vuelo y que tenía que salir de Suiza como fuera decidió que lo mejor sería ir andando hasta Stuttgart, la gran ciudad no neutral más cercana, así que su primer destino sería Wallisellen, un pequeño pueblo (y si no lo es que te zurzan, que el blog es mío y los pueblos son como yo diga que son)a unos diez kilómetros al noreste de Zürich.
El camino fue tortuoso, todo lleno de suizos con sus miradas vacías, y algún que otro mochilero alemán que buscaba drogas y no sabía en donde estaba.
Al anochecer llegó a Wallisellen, era un pueblo con muchas casas y un par de tiendas de relojes o de chocolate o de chocorelojes, que es donde venden las dos cosas y de paso te regalan una navaja suiza, Tallahassee se compró un par de tabletas de chocolate para el viaje (que por algún extraño motivo son la única comida suiza que tiene azúcar) un reloj barato y le regalaron una navaja suiza, que es el único invento suizo útil, es más si algún día vas de viaje por la tierra no olvides tu navaja multiusos y si te vas a un viaje por el espacio no olvides tu toalla (aunque no lo creas la toalla es el instrumento más útil para  un autoestopista galáctico), pero no nos desviemos del tema, en la chocorelojería se encontró con Tobías Hessen (el abuelo de Heidi), que estaba en ese pueblucho emborrachándose por que su vida era una mierda, desde que Heidi había cumplido los catorce era un putón y solo le hacia la pelota para sacarle el dinero y luego comprarse drogas de diseño, había dejado a Pedro y ahora iba tirándose a todo lo que meneaba, Tallahassee sintió lástima por el viejo, y se alegró de que hubiera alguien que sintiera algo en ese maldito país neutral, pero tenía una misión, así que pasó del viejo y siguió con su viaje.
Cinco kilómetros más adelante entró en Bassersdorf, cuándo pasaba por un parking oyó una especie de sollozo en la lejanía, se acercó a la fuente del ruido, y se encontró con un tipo llorando con la cara entre las rodillas, le preguntó que le pasaba y el tipo le respondió que estaba feliz, por que acababa de terminar de hacer la compra, a Tallahassee le extrañó un poco, pero todo le pareció normal cuando el tipo levantó la cabeza, era Roger Federer, el pobre llora por todo, Tallahassee le dio unos kleenex, y Federer se ofreció a llevarlo a Stuttgart, cogieron la A81(carretera suiza) y en dos horas entre la radio suiza que solo emitía música suiza (que era tan cutre como todo lo suizo) y sollozos de Federer cada vez que pensaba en algo, llegaron a la frontera con Alemania, durante el viaje Federer le explicó que como buen suizo él nunca jugaba para ganar, pero como en el tenis no puedes jugar a empatar pues el ganaba cuando tenía suerte, después se puso a llorar, y así Tallahassee llegó a Alemania, desde ahí proseguiría hacia Francia, España, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México y al fin Los gloriosos Estados Unidos de América donde encontraría el apocalipsis zombie, por cada país que pasó tuvo una aventura, la de Suiza es la más cutre, por que al ser un país neutro, no tiene nada interesante, pero como cada historia tiene un principio, pues tenía que contarla.

Lo dicho, si os ha gustado bien y si no, pues también, yo por lo menos me he divertido mucho criticando escribiendo sobre Suiza, os preguntaréis ¿por qué no fue Tallahassee, a ver el acelerador de Ginebra?, la respuesta es simple, justo antes de que Tallahassee llegara a Zürich el acelerador de partículas provocó una explosión iónica que creó un agujero negro del tamaño de una bola de béisbol, este se tragó a todos los científicos, gente de mantenimiento, perros, cucarachas y demás suizos (valga la redundancia) que había en el laboratorio subterráneo, así que el gobierno suizo decidió prohibir las visitas al acelerador, pero de manera encubierta, de forma que los gobiernos vecinos no se enteraran de que Suiza tenía en su poder el mayor arma de destrucción masiva de la historia y que pensaba invadir el mundo desde el subterráneo y así pudiera seguir manteniendo su neutralidad, también tiene que ver el hecho de que después de lo de las galletitas saladas a Tallahassee le entrara la prisa por huir del país y ni se acordara del puñetero acelerador.

PD: Suiza no tiene playa pringaos.

3 comentarios:

  1. soy jesus y x mi madre no me pienso llamar RON!!
    quiero decir que me ha parecido... legen...espera...DARIO! tengo un solo minuto... me ha parecido lo mejor.. mas k todo la comparacion de suiza en la explocion ionica... un saludo martin...

    ResponderEliminar
  2. La referencia a mi persona....Viuda y cascarrabias? Jummmmm xD

    ResponderEliminar
  3. Jajajaj, gracias "Jesús" xD, y ana, ya he puesto que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia xD

    ResponderEliminar